sábado, 13 de julio de 2013

Precursores: Donald Winnicott.

Continuamos rebuscando entre la literatura de lo corporal para seguir haciendo una humilde mención a todas esas personas que hicieron posible que lo terapéutico no sea sólo una cuestión de fármacos, divanes y charlas haciendo que se tengan en cuenta esa unión cuerpo-mente que somos. Esta vez toca el turno a Donald Winnicott, un genio británico que supo apreciar la importancia del juego en el desarrollo de las personas.

Sobre su vida.

Winnicott nación en Plymouth Inglaterra en 1896 dentro de una familia de clase media-alta. Fue el tercer hijo y único varón de la familia, el mismo afirmó "haber crecido con varias madres" lo cual le hizo sentirse amado. 
 
En 1916 inicia sus estudios de medicina en Cambridge los cuales se interrumpen al año siguiente debido a que fue reclutado para la marina, ejerciendo de médico en la I guerra mundial. Tras regresar y terminar su formación médica (especializándose en pediatría) comienza en 1923  a ejercer la psiquiatría  tratando sobre todo la hipocondría de los padres. En 1927 ingresará en la sociedad psicoanalítica británica (la cual llegó a presidir 2 veces)  en la que había tres corrientes la partidaría de Freud (representada por su hija Anna), la partidaria de Melanie Klein y un grupo intermedio al que él pertenecía aunque siempre estuvo más cercano a Klein. Durante más de 40 años ejerció la pediatría y la psiquiatría de forma paralela. Se casó 2 veces (en 1923 y en 1951) publicó decenas de obras entre las que destacan Realidad y Juego (1971) El proceso de maduración y la facilitación del medio (1965) y el niño el mundo externo (1957). En 1940 fue de los pocas personalidades científicas que se opuso a la utilización de los electroshocks en la psiquiatría. En 1971 muere debido a un ataque al corazón en Londres. 

Sus logros.
Suyos son los siguientes conceptos: 
  • Verdadero y falso self: Refiriéndose al verdadero yo, sólo desarrollado con una relación maternal comprensiva y sana que permite el libre desarrollo de la persona en contraposición del falso yo que surge como una defensa inconsciente provocada por una relación inadecuada con la madre y que limita la creatividad personal. 
  • Las funciones maternas: las cuales pueden ser realizadas también por cualquier persona sustituta de la madre y que son tres: 
    • Sostenimiento. Referido a las tareas más primordiales para la supervivencia del niño. 
    • Manipulación. Que consistiría en facilitar una correcta armonía entre cuerpo y mente. 
    • Presentación objetal. Que consistiría en la facilitación de la relación que establece el niño con los objetos del exterior.
 
 Su importancia dentro de las terapias corporales.

Nos deja reflexiones aplicables a la ludoterapia como: 

  • Recuerda que el juego de los niños lo contiene todo. 
  • Afirma que un rasgo muy importante del juego, es que en él, y quizá sólo en él, el niño o el adulto están en libertad de ser creadores, de crear y usar toda la personalidad, y el individuo descubre su persona sólo cuando se muestra creador. 
  • Ruega a todos los terapeutas, que permitan que el paciente exhiba su capacidad de jugar, es decir, de mostrarse creador, en el trabajo analítico. Esa creatividad puede ser robada con suma facilidad por el terapeuta que sabe demasiado. Por supuesto, en realidad no importa cuánto sabe este, siempre que pueda ocultar sus conocimientos o abstenerse de divulgarlos.
A modo anecdótico cabe señalar que dos de sus más notables discípulos fueron Ronal Laing y David Cooper máximos precursores de la corriente llamada Antipsiquiatría
 


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