lunes, 15 de abril de 2013

La comunicación no verbal: los pies.



Proseguimos una vez más con el tema de la comunicación no verbal centrándonos en un aspecto muy desconocido pero a la vez muy revelador: los pies. Normalmente, cuando queremos conseguir información no verbal de una persona prestamos mucha atención a su parte superior para analizar sus reacciones en una situación concreta queremos ver: "qué cara se le pone" o "qué gestos hace".  A su vez, cuando tenemos que hacer frente a una situación que requiere un gran control en nuestras formas tratamos de controlar sobre todo la cara que vamos a poner y los gestos que vamos a realizar olvidándonos de los pies. Tanto si somos quienes observamos o a quienes van a observar solemos dejar los pies en un segundo plano.

Hemos de tener en cuenta que nuestras extremidades inferiores han cumplido un papel fundamental en nuestra supervivencia como especie. Ante un peligro, nuestros antepasados tenían 3 opciones: detenerse, huir o atacar. A día de hoy esos patrones de comportamiento siguen quedando marcados en nuestras conductas no verbales y surgen ante situaciones que percibimos como peligrosas e incómodas. Es bastante ilustrativo tras grabarnos ante una intervención en público, nos fijemos sólo en los pies para comprobar que tenemos menos control sobre ellos de lo que tendemos a pensar.

En el vídeo Teresa Baró nos da unas cuantas claves para interpretar las distintas posiciones de los pies en posturas estáticas. Desde aquí vamos a complementar la información  con las distintas formas de caminar y su significado:

  • Caminar lentamente con el cuerpo apagado: Cansancio, resistencia a hacer algo. 
  • Arrastras los pies: Cansancio, falta de interés. 
  • Falta de coordinación entre brazos y piernas: Poca agilidad, tensión nerviosismo. 
  • Caminar con los brazos colgando y pegados: Falta de coordinación, poca energía. 
  • Caminar con la cabeza alta mirando por encima del hombro: Arrogancia, autoridad.
  • Caminar rápidamente: Prisa, nerviosismo, estrés, interés...
  • Caminar con pasos cortos: Prisa, nerviosismo, timidez, coquetería (en las mujeres). 
  • Caminar con la cabeza alta y mirando al frente: Autoridad, energía, seguridad.
  • Caminar moviendo la pelvis: Sensualidad.
Información tomada del libro "la gran guía del lenguaje no verbal" (Teresa Baró). 

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